El 30 de noviembre de 2017 se votó en el Congreso la toma en consideración de una propuesta sobre el «Estatuto del becario». El resultado de la votación nos parece de lo más intrascendente. Se ha constatado una nueva derrota de la clase trabajadora y ya van…
El eje central de la propuesta consiste en que las y los estudiantes en prácticas cobren el salario mínimo interprofesional. ¿Pero de verdad alguien se cree que las empresas -incluyendo la Administración pública- van a pagarnos por formarnos? ¿Ese capitalismo que no tiene miramientos para echarnos de nuestras casas, para no pagarnos horas extras, para encubrir puestos de trabajo con becas ahora nos va a pagar por formarnos?
Ni aquellos que realizan la propuesta se creen que el salario va a ser por formarnos. Si creyesen que es por una formación real ¿por qué pondrían límites a que una empresa forme a muchas personas en prácticas? Saben que ese salario es por trabajar y, con su propuesta, están legitimando la precariedad, ya que por hacer un trabajo por cuenta ajena tendremos menos salario que con un contrato laboral y menos derechos.
La iniciativa de que esta propuesta haya llegado al Congreso ha partido de la Oficina Precaria. No dejamos de reconocer su labor de denuncia frente a los abusos en las becas, pero creemos que el camino elegido es equivocado. No es solo que se vuelva a caer en el error, sí para nosotras es un error, de esperar que los problemas de la clase trabajadora los arreglen unas personas ajenas a nuestros intereses (la clase política) y se dicen nuestros representantes. Sino que además, la propuesta en sí misma es una forma de normalizar la precariedad laboral.
Se parte de una premisa falsa que consiste en asumir que lo que ocurre en la actualidad es debido a una mala legislación o a una falta de la misma. Con esto no vamos a defender la legislación laboral y de prácticas vigente, sino que simplemente si se está encubriendo un puesto de trabajo lo que hay que exigir es que se aplique la legislación laboral, no que se cree una legislación específica para «el precariado».
Si el problema está en que no se cumple la legislación vigente ¿cómo va a solucionar el problema una nueva legislación que, obviamente, también se puede incumplir? La solución no está en crear un marco legal para las estudiantes en prácticas, sino en que se aplique la legislación que corresponde a cualquier trabajadora por cuenta ajena: la legislación laboral.
No nos sorprende que, una vez más, haya quienes intenten hacer carrera política arrogándose el protagonismo de quienes sufren situaciones injustas. Tampoco nos sorprende que se destaque que la propuesta la apoye CCOO y UGT. Ya somos muchas las que sabemos que esa alianza es más garantía de precariedad que garantía de derechos.
Nosotras consideramos que una situación injusta, como la de las becarias, debe propiciar una actitud de lucha y reivindicación en los afectados y no caer en el delegacionismo. Esto crea trabajadoras sumisas que nunca reclamarán algo por sí mismas. Buscarán alguien que lo haga por ellas y nosotras ya sabemos lo que genera el que alguien luche por tus derechos mientras no lo haces tú misma.
Siempre en contra de cualquier intento de legalizar y legitimar la precariedad.
Contra la precariedad del becariado en particular y la explotación de la clase obrera en general: ahora y siempre anacorsindicalismo.
Becari@s CNT